9 oct 2012


SOMBRAGRÍS, EN LA CUÁDRIGA DE MESSALA

Relat escrit per al meu cunyat Miguel Angel. La seua ajuda tècnica és bàsica per a que aquest bloc siga una realitat.
En aquesta modalitat, coneguda com Fan Fiction,  fusione protagonistes de les pel.lícules Ben-Hur i El Señor de los Anillos.
Ací m´ha eixit la meua vena friki.


La cuádriga de Ben-Hur se situó en la línea de salida. A pocos instantes de iniciarse la carrera donde debería decidirse qué auriga reinaría en la Tierra Media, dos miradas se cruzaron: el joven príncipe judío y el romano Messala. En la grada, judíos, elfos, romanos y enanos apostaban en monedas y en especie, generalmente hierba para fumar que dos hobbits habían importado de la Comarca.

-          Esta vez no tendrás opción, Messala- afirmó Judá Ben-Hur con rostro desafiante.

-          No subestimes mi capacidad de reinvención, joven príncipe. Cuento con un corcel al que ni tus cuatro caballos juntos igualarían.

-          Tus tretas no me impresionan. Hoy morderás el polvo y ni la luz de Eärendil podrá salvarte. Altair, Antares, Rijel y Aldebarán no tienen rival en toda la Tierra Media.

-          No me venciste antaño ni me vencerás ahora. He sido bendecido con un regalo digno de reyes- concluyó un impertérrito Messala.

Sonaron las trompetas. Un enano de Moria, con voz ronca camuflada por su poblada barba rojiza, avisó del inmediato inicio de la carrera. A su señal, las ocho cuádrigas salieron como flechas élficas, pero una permaneció quieta en la línea de salida. Era Messala, quién, ante la sorpresa de todos, empezó a hablar con uno de sus corceles:

 
-          Recuerda quién eres y de qué estirpe procedes. Eres un Méara, el Rey de Todos los Caballos. Tu me llevarás a la victoria sobre hombres, elfos, orcos y enanos. ¡Adelante Sombragris¡ ¡Corre como el viento¡

Espoleado por su auriga, el Rey de los Caballos, último representante de los Méara, comenzó a trotar como el mismísimo viento de las cavernas de Mordor. Una a una, Messala superó a todas las cuádrigas hasta  situarse a la altura de Judá, quien, perplejo, observó el nuevo caballo de su rival. Ante la atónita mirada de los asistentes, la cuádriga de Messala, liderada por Sombragrís, distanció al judío Ben-Hur hasta conseguir la victoria de forma aplastante. De nuevo el joven romano había vencido.

En los aledaños del circo, los dos jinetes volvieron a encontrarse:

-          Sin duda…ese corcel te ha dado la victoria…de momento, Messala-

-          ¿De momento? ¿Insinuas que posees un caballo más veloz que Sombragrís, joven Judá?- preguntó de forma irónica Messala.

-          Pronto lo verás…En la Pascua de verano, cuando Gandalf regrese, acabarán tus días de gloria…Lo juro, Messala. 

De repente, por el cielo, ante la pasmada mirada del gentío que abandonaba el circo, la sombra de un gran águila se proyectó sobre el rostro de Messala…y Judá Ben-Hur esbozó una leve sonrisa.

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