"El muñeco fue el primero en cerrar los ojos".
Recordando aquella frase, escrita en la pizarra por mi profesora de
"lengua" hace casi treinta años, me daba cuenta una y otra vez de lo
mal que se me daba la sintaxis. Entre subordinadas, complementos, sujetos y predicados
(nominales y verbales, para joder más) y mil adyacentes que te salían sin
avisar, me perdía cual Paris Hilton en el Museo del Prado.
-Papá, entonces... ¿el verbo ser es copulativo?
-Debe serlo, hija, porque los verbos son como las personas:
si no copulan, no tienen sentido.
Hasta mi padre
hubiese superado Secundaria.
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