Se dirige a la jaula de los leones para
demostrarle cuánto se equivoca. Loco, fuera de sí, desoye los consejos que llegan desde dentro del coche.
Con litros de Red Bull corriendo por su cuerpo, entra en la jaula y cierra la
puerta."Los leones pa mi".
Ella, desde el coche, llora esperando lo peor.
"Maldito chulo", grita desesperada.
Se golpea el pecho. La oscuridad es
total. Avanza entre aquellos gruesos barrotes con los ojos desorbitados. Grita
y patalea fuertemente. Un sonido metálico rompe el silencio. De la jaula cae
una chapa donde reza: " Lion lost".
Giró la vista y creyó ver un gran felino en su descapotable...
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